7 y repatrió numerosos cautivos. Tomó Gázara, Bet Sur y la
Ciudadela, la limpió de sus impurezas y no hubo quien le resistiera.
8 Cultivaban en paz sus tierras; la tierra daba sus cosechas y los
árboles del llano sus frutos.
9 Los ancianos se sentaban en las plazas, todos conversaban sobre el
bienestar y los jóvenes vestían galas y armadura.
10 Procuró bastimentos a las ciudades, las protegió con
fortificaciones hasta llegar la fama de su gloria a los confines de la tierra.
11 Estableció la paz en el país y gozó Israel de gran alegría.
12 Se sentaba cada cual bajo su parra y su higuera y no había nadie
que les inquietara.
13 No quedó en el país quien les combatiera y fueron derrotados los
reyes en aquellos días.
14 Dio apoyo a los humildes de su pueblo hizo desaparecer a todo
impío y malvado. Observó fielmente la Ley,
15 dio gloria al Lugar Santo y multiplicó su ajuar.
16 Cuando llegó a Roma y hasta Esparta la noticia de la muerte de
Jonatán, lo sintieron mucho;
17 pero cuando supieron que su hermano Simón le había sucedido en
el sumo sacerdocio y había tomado el mando del país y sus ciudades,
18 le escribieron en planchas de bronce para renovar con él la amistad
y la alianza que habían establecido con sus hermanos Judas y Jonatán.
19 Se leyeron en Jerusalén ante la asamblea.
20 Esta es la copia de la carta enviada por los espartanos: «Los
magistrados y la ciudad de los espartanos saludan al sumo sacerdote Simón,
a los ancianos, a los sacerdotes y al resto del pueblo de los judíos, nuestros
hermanos.
21 Los embajadores enviados a nuestro pueblo nos han informado de
vuestra gloria y honor y nos hemos alegrado con su venida.
22 Hemos registrado sus declaraciones entre las decisiones del pueblo
en estos términos: Numenio, hijo de Antíoco, y Antípatros, hijo de Jasón,
embajadores de los judíos, se nos han presentado para renovar la
amistad
con nosotros.
23 Ha sido del agrado del pueblo recibir con honor a estos personajes
y depositar la copia de sus discursos en los archivos públicos para que el
pueblo espartano conserve su recuerdo. Se ha sacado una copia de esto para
el sumo sacerdote Simón.»
24 Después, envió Simón a Roma a Numenio con un gran escudo de
oro de mil minas de peso para confirmar la alianza con ellos.
25 Cuando estos hechos llegaron a conocimiento del pueblo, dijeron:
«¿Cómo mostraremos nuestro reconocimiento a Simón y a sus hijos?
26 Porque se ha mostrado valiente, tanto él como sus hermanos y la
casa de su padre, ha combatido y rechazado a los enemigos de Israel y le ha
conseguido su libertad.» Grabaron una inscripción en planchas de bronce y
las fijaron en estelas en el monte Sión.
27 Esta es la copia de la inscripción: «El dieciocho de Elul del año
172, año tercero del gran sumo sacerdote Simón, en Asaramel,
28 en la gran asamblea de los sacerdotes, del pueblo, de los príncipes
de la nación y de los ancianos del país, se nos hizo saber lo siguiente: